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"Recuerdo que era una noche muy fría de octubre. Sentí que esa noche iba a ser diferente. Decidí intentarlo".
Kristin, de Canadá, tenía 22 años.
Por varias semanas había estado tratando de encontrar la manera de hacer realidad su sueño de visitar una mansión en la campiña británica como la de la famosa serie Downton Abbey.
Pero esa noche no empacó maletas ni fue al aeropuerto. Su medio de transporte era otro.
"Me acosté en mi cama. Escuché música, me calmé", le contó a la BBC .
"Cuando me desperté, sentí viento en la cara, y pensé: 'Yo no dejé la ventana abierta, qué extraño'.
"Me levanté de la cama y no lo podía creer. ¡Estaba allí!".
Kristin no estaba soñando ni se había telestransportado mágicamente a Inglaterra.
Había "cambiado".
"Recuerdo mirarme las manos, pellizcarme y pensar ¿realmente cambié?".
La antigua casa a la que se ha mudado Kristin no se encuentra en la campiña británica real. Existe en su realidad deseada, un mundo paralelo donde todo es exactamente como ella lo imaginó.
Es una "reality shifter", en español cambiadora de realidad, y afirma haber aprendido a viajar de una realidad a otra.
"A partir de ese momento, mi vida y la forma en que veo la vida misma simplemente cambiaron... literalmente".

¿Te invadió el escepticismo?
No estás solo, pero lo interesante es que Kristin tampoco.
La comunidad de reality shifters es tan numerosa que ha atraído la atención de científicos sociales, psicólogos y psiquiatras.
Y, más allá de la posibilidad real de viajar entre realidades, la tendencia plantea preguntas intrigantes sobre el tejido de la realidad que experimentamos, algo sobre lo que filósofos y científicos han cavilado durante mucho tiempo.
Ctrl + Alt + Supr la realidad
Para Kristin, todo empezó hace 4 años cuando, navegando por las redes sociales, se topó con un curioso video.
"Decía que era muy difícil volver a esta realidad después de saber que habías estado en Hogwarts durante 8 meses. Estaba tan confundida que me pregunté qué estaba pasando".
El video que Kristin descubrió en TikTok se había vuelto viral.
Un TikToker afirmaba que, de alguna manera, habían logrado viajar a Hogwarts, la escuela ficticia para magos creada por JK Rowling en su serie de libros de Harry Potter.
El fenómeno de cambio de realidades se disparó en 2019, cuando el mundo estaba atrapado en una realidad ineludible forzada por la pandemia de Covid-19, e internet era un portal para aliviar el confinamiento.
En plataformas como TikTok, YouTube, Wattpad y Reddit empezaron a aparecer decenas de millones de publicaciones con la etiqueta #realityshifting que para 2021 ya habían acumulado más de 1.800 millones de visitas en línea.
Aunque el interés menguó por un rato, recientemente recobró fuerza, con usuarios intercambiando experiencias, instrucciones y toda clase de trucos para transportarse a otra dimensión.
Algunos "cambiarealidades" afirman haber pasado años en elaborados mundos alternativos.
Otros prefieren viajes más cortos y sencillos, a realidades no tan lejanas, en las que son más atractivos o más ricos.

La mayoría de los miembros de esta comunidad en línea son adolescentes o adultos jóvenes.
Forman parte de la Generación Z, coloquialmente llamados zoomers, que comprende a los nacidos entre 1997 y 2012.
Es la primera generación que creció con internet, teléfonos inteligentes, y absorta por videojuegos en 3D.
Según la revista de cultura juvenil Dazed reality shifting es "una nueva cepa de espiritualismo de la Generación Z que alienta a los usuarios a presionar Ctrl + Alt + Supr para borrar la realidad y entrar en un mundo de fantasía de su propia creación".
Sin embargo, no es tan fácil.
Para hacerlas realidad
Lo que para Kristin empezó como una curiosidad despertada por un video se convirtió en casi una obsesión, y desde entonces ha mantenido con el mismo nivel de interés.
Ella se define a sí misma como una shifter activa, lo que significa que se involucra en la realidad, cambiando realidades regularmente.
Ahora, si bien millones de personas en todo el mundo han visto y compartido contenido sobre reality shifting, muchos menos afirman haberlo logrado.
Los que sí, ofrecen múltiples técnicas para aumentar las posibilidades de viajar a las dimensiones deseadas, como estos dos ejemplos descritos por el psicólogo Mark Travers en la revista Forbes:
- El método de Alicia en el país de las maravillas: en el que te visualizas mentalmente cayendo por una madriguera hacia una realidad diferente.
- El método del ascensor: imaginas que estás en un ascensor que viaja hacia la realidad deseada, situada en el piso superior. A medida que el ascensor asciende, los practicantes se concentran en intensificar sus niveles de energía. Cuando la energía alcanza un nivel lo suficientemente alto, las puertas del ascensor se abren, permitiendo el acceso a la realidad deseada.
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Una técnica popular es la de utilizar "guiones", en los que los aspirantes a este cambio de realidad escriben una descripción detallada del mundo al que quieren viajar.
Luego ensayan mentalmente esos detalles antes de intentar dar el salto.
Esa fue la que utilizó Kristin para transportarse a la Inglaterra del siglo XIX.
"Describí cada habitación: cuál sería la temática, quién la habitaría y lo que estaría pasando allí. Había jardines y sirvientes para atender todas mis necesidades".
Luego se acostó y pensó en todas esas cosas mientras repetía la frase "voy a cambiar de lugar".
"Me desmayé", dice; y afirma que, cuando recuperó el conocimiento, se encontraba en el mundo que había imaginado.
"Era exactamente el tipo de cama en el dormitorio exacto que había planeado…
"Recuerdo que me levanté y corrí por toda la casa. Encontré a los sirvientes y al mayordomo que había escrito. Pensé: '¡Guau! Realmente lo logré".
Tras finalmente tener éxito, lo intentó de nuevo.
"Hice como 10 guiones diferentes para 10 lugares diferentes.
"Recuerdo haber ido a una realidad que se desarrolla en un período de tiempo aristocrático y tener que evitar ser enviada a la guillotina. Fue todo un reto".
¿Por qué es tan popular?
Los shifters imaginan y guionizan realidades para intentar transportarse a un mundo que ellos mismos crean.
Y esa sensación de control sobre la narrativa de sus vidas quizás es clave para entender el encanto de reality shifting.
Muchos de los que lo observan desde afuera están fascinados por la ola de interés por escapar de la realidad, y hasta crear una realidad alternativa, entre ellos académicos.
Uno de ellos es el psicólogo clínico Eli Somer, profesor emérito de la Universidad de Haifa en Israel, quien ha investigado a fondo este fenómeno.
A lo largo de su carrera, ha realizado una amplia investigación sobre diversos estados disociativos de conciencia, y es experto en un trastorno psicológico llamado "ensoñación excesiva"; de hecho, fue quien acuñó el término.
Quienes lo presentan, experimentan "ensoñaciones vívidas y espontáneas que interfieren en el funcionamiento diario", pero reconocen que los sueños no son reales.
La diferencia con el shifting, le explicó a la BBC, es que en este fenómeno las personas creen que están siendo transportadas genuinamente a una realidad paralela y eso es algo que buscan activamente.
Piensa que la experiencia del cambio de realidad se produce por una especie de autohipnosis, "que crea la ilusión de estar en un mundo diferente".

Para Somer, la aparición de este fenómeno durante la pandemia no fue una coincidencia.
"Qué mejor manera de sentirse libre, cuando uno está confinado en su habitación, que crear tu libertad dentro de tu mente".
Descubrió que los shifters se involucran en esa actividad "no sólo para entretenerse", sino por varias razones.
Algunas pueden ser enriquecedoras, como "ensayar nuevas experiencias del yo para crear respuestas emocionales correctivas que luego les ayuden".
"Para otros, el cambio de realidad es una forma de aliviar el estrés, de evitar las emociones difíciles, pero como cualquier forma de evitación, puede volverse perjudicial si es la única forma en que alguien lo afronta".
A Kristin, quien se ha postulado para concejal en su ciudad, el shifting le da la oportunidad de practicar habilidades y ganar confianza.
En su mundo aristocrático, asegura, "aprendí a tratar a la gente y a ser muy diplomática. He utilizado [esas habilidades] en la vida cotidiana y ha sido muy beneficioso".
Planea seguir viajando a otras realidades, y usarlas como laboratorios de ensayo, "particularmente cuando estoy nerviosa al intentar algo: lo probaré allá, veré cómo va, volveré y lo haré bien".
Al fin y al cabo, ¿qué es la realidad?
Reality shifting, además de ser un fenómeno curioso, de alguna manera hace parte de una tradición mucho más profunda de cuestionar el tejido de la realidad.
El concepto de que el mundo que percibimos podría no ser real es una idea que ha cautivado a los filósofos durante siglos y ahora fascina a neurocientíficos, físicos y más.
"'No vemos las cosas como son. Los vemos tal y como somos', es una hermosa cita del libro 'La seducción del Minotauro' de Anaïs Nin que se me viene a la mente", comenta el profesor neurocientífico Anil Seth de la Universidad de Sussex, Inglaterra.
Para él, nuestra experiencia de la realidad es como una serie de alucinaciones controladas.
Es algo que nuestro cerebro crea en función de la información que recibe a través de los sentidos.
"Estas señales eléctricas no tienen colores ni formas, están indirectamente relacionadas con lo que hay ahí fuera", explica.
"El cerebro tiene que combinar estas señales sensoriales ambiguas con algún tipo de expectativa previa sobre lo que está sucediendo y elaborar una especie de suposición aproximada sobre lo que nos rodea…
"De esta manera, construimos activamente los mundos que experimentamos".
Además, subraya, la evolución también moldea la forma en que percibimos la realidad, basándose en lo que es más ventajoso para nuestra supervivencia.
"Especies muy diferentes, desde mosquitos hasta elefantes, tendrán experiencias muy distintas del mismo mundo. Y para cada especie, la forma en que experimentan el mundo será adaptativa para ellas".
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Pero no olvidemos que los "cambiarealidades" no tienden a creer que todo está en sus mentes.
Para ellos, existen infinitas realidades a la vez y cambian su conciencia de una a otra.
El multiverso es un tema popular en las superproducciones de Hollywood, como "Matrix" y las películas de Marvel.
Aunque no hay evidencia concreta de esta teoría, la idea se originó hace miles de años; hay referencias que se remontan a la Antigua Grecia.
Formalmente, fue propuesta por primera vez por el físico Hugh Everett en 1957.
"Everett propuso que se desarrollan varias historias mundiales diferentes. Significa que tú y yo existimos en miles de millones de copias diferentes en las que las cosas sucedieron de manera diferente", explica Ulf Danielsson, profesor de Física Teórica en la Universidad de Uppsala, en Suecia.
"Eso, por supuesto, conduce a discusiones filosóficas sobre qué es real y qué no lo es.
"Y esa es una forma de interpretar la mecánica cuántica".
Esta increíblemente compleja rama de la física involucra partículas diminutas que se comportan de maneras realmente extrañas y plantean preguntas sobre la naturaleza de la realidad.
Las partículas subatómicas no existen en un solo lugar, sino en múltiples lugares al mismo tiempo, al menos hasta que las observamos.
Si las cosas son de una manera hasta que las observamos, y entonces se convierten en algo completamente distinto, ¿no pone eso en entredicho nuestra comprensión de la realidad misma?
¿Y qué del reality shifting?
Probablemente sea una tendencia pasajera pero, al observarla, no deja de ser interesante.
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